Gato michelines

gato michelines come mucho

¡¡Hola, soy Beckam!! ¿Qué tal os va?

Tengo un problemilla, y os lo voy a contar porque sé que vosotros sabréis guardar un secreto. Me he puesto como un TONEL de tanto comer. Sí, es así y lo reconozco, cuesta menos saltarme que rodearme. El otro día fui a saltar sobre la cama de mi dueño y estuve entre la vida y la muerte, agarrado con las uñas a la colcha de la cama porque no había manera… Así que he tomado una decisión: desde hoy solo haré mis tomas de comida, jugaré a cazar con mi dueño y dormiré menos horas.

Os voy a contar paso a paso las metas que me he fijado, por si queréis hacer lo mismo con vuestros felinos regordetes que tenéis en casa.

PASO 1: Cómo saber si mi gato está de buen año (es decir, está obeso)

- Si nos veis desde arriba debemos tener una figura esbelta. Dicen que como un reloj de arena, pero como soy un gato no sé ni qué reloj es ese. Si nos veis como un melón es que estamos para empezar la operación bikini. 

tabla para saber si tu gato está gordo

- Fíjate en nuestro abdomen. Si aprecias que nuestro abdomen está colgando y tiene más movimiento que las caderas de Shakira, es que se nos ha ido de las manos la grasa.

abdomen de un gato gordo

- Si cuando tocas sus costillas no las notas… ohhhh, amigo… tu gato está para empezar a hacer clases de bicicleta estática.

PASO 2: Cómo evitar la obesidad o reducirla

Ahora viene el mal trago para mí y mis amigos los gatos michelines. Os voy a dejar unos consejos si queréis dar un paso hacia la vida sana de vuestros ronroneadores favoritos. Por favor, no les digáis que os lo he dicho yo, que no quiero represalias… Allá vamos:

- Si vuestro gato con botas preferido está esterilizado, tenéis que ofrecerle pienso especial para gat@s castrad@s. La esterilización lleva consigo en muchas ocasiones que nos hagamos unos vagos, así que engordamos con más facilidad.

- Importantísimo que nuestra alimentación se base en pienso sin cereales y con altos porcentajes en carnes. El cereal aun nos pone más fofos.

- Los sacos de pienso llevan unos cuadrantes donde podéis observar cuántos gramos debéis darnos. Solo de pensarlo me entra hambre.

- Y, sobre todo, queremos jugar con vosotros. Siempre jugamos a cazar y nos lo pasamos genial cuando nos incitáis a ello, ¿a quién no le gusta cazar un buen ratón de lana?

Bueno, voy a empezar mi operación musculitos, que nunca se sabe cuando puede entrar por la puerta esa linda gatita que me haga compartir noches de ronroneos. ¡¡Hasta la próxima!!